No todas las personas creativas viven de esta cualidad. La cosa preocupa cuando es nuestra profesión y con ella, nuestros ingresos, dependen de nuestra capacidad para producir permanentemente algo nuevo, rompedor, original.
El concepto y la idea de creatividad es sin duda, mucho más exigente
con los que viven de ella. Diseñadores gráficos, escritores, pintores, publicistas, artistas, en
definitiva, han de ser capaces de dar respuesta a niveles de exigencia muy
superiores a los de la mayoría y que no son más que los suyos propios.
En momentos así, y por difícil que parezca, es
importante mantener la disciplina La inspiración no es algo casual que llega
por arte de magia. La inspiración y la creatividad requieren de esfuerzo, trabajo diario y constancia; son
fruto, entre otras cosas, de la confianza en uno mismo y de la valentía.
La curiosidad, la inquietud, el gusto por cierto riesgo, la tenacidad y la perseverancia, la intuición y la sensibilidad, suelen formar parte de personalidades creativas; personalidades capaces de desarrollar una idea y luchar por ella.
Tener una gran idea y
convertirla en un buen diseño gráfico es posible si trabajamos para desarrollar
el pensamiento analítico; si nos proponemos seriamente volver a preguntar cada
vez que sintamos esa necesidad, si analizamos seriamente y diferenciamos lo que
es posible de lo que no, si le perdemos el miedo a salir de lo establecido por
tonto que parezca.
Disfrutar de la posibilidad de equivocarse, descansar, romper alguna que otra norma sin forzar el comportamiento e incluso, buscar ideas en las páginas de un diccionario y sentir curiosidad por buena parte de un vocabulario aún desconocido, son algunas técnicas con las que practicar lo anterior. Seguro que más de una obra de algún diseñador gráfico, ha visto la luz después de practicar ideas semejantes.
Existen diferentes
inspiraciones que construyen un conjunto de sensaciones e ideas, las cuales se
convierten en el elemento principal de un diseño. Se puede recibir esta fuente
de creatividad e información de distintos lugares. Un edificio arquitectónico,
una exposición, un viaje que te invite a conocer diferentes culturas y
costumbres. Incluso, los sabores, sonidos, colores y climas que captan nuestros
sentidos.
Como decía –nuestra inspiración– Diana Vreeland: “Solamente hay una
cosa en la vida y esa es la continua renovación de la inspiración”.
EL
MIEDO A LA FALTA DE CREATIVIDAD ES,
PROBABLEMENTE, LO QUE LA PROVOCA.
*¿ Y TÚ CÓMO O DÓNDE CONSIGUES TU INSPIRACIÓN?